¿Qué es el NIR portátil y cómo funciona?

El NIR portátil es un dispositivo que utiliza tecnología de espectroscopia en el infrarrojo cercano para analizar rápidamente la composición química de los alimentos y granos directamente en el campo. Permite medir parámetros como:

• Humedad
  
• Proteína
  
• Grasa
  
• Almidón
  
• Fibra
  

La ventaja principal es que los resultados se obtienen en cuestión de segundos, sin necesidad de enviar muestras a un laboratorio. Esto transforma la manera en que los agricultores y productores toman decisiones durante la cosecha y almacenamiento.

Beneficios del NIR portátil en la cosecha

1. Decisiones más rápidas y precisas: Con información inmediata sobre la calidad de los lotes, se puede determinar el momento óptimo de cosecha y separar lotes según sus características.
   
   
2. Reducción de pérdidas: Evita que productos con humedad alta o defectos ingresen al almacenamiento o procesamiento, minimizando riesgos de deterioro.
   
   
3. Mejor negociación comercial: Contar con datos precisos sobre la composición de los granos permite negociar precios justos y garantizar cumplimiento de estándares de calidad.
   
   
4. Trazabilidad desde el origen: Registrar la información de cada lote desde la cosecha mejora la trazabilidad y aporta valor a la cadena de suministro.
   
   

Implementación práctica

Los dispositivos NIR portátiles son compactos, fáciles de usar y no requieren personal altamente especializado. Su implementación en el campo puede integrarse en rutinas de muestreo, inspección de camiones de cosecha o controles previos al almacenamiento. Algunos modelos incluso permiten conectividad con software para almacenar y analizar datos históricos, facilitando decisiones estratégicas a largo plazo.

La calidad no empieza en la planta de procesamiento; empieza en el campo. El uso de tecnologías como el NIR portátil permite que productores y empresas agroalimentarias tomen decisiones basadas en datos reales, asegurando materias primas óptimas desde la cosecha. Así, se reduce el desperdicio, se mejora la seguridad alimentaria y se garantiza que el producto final cumpla con los estándares más exigentes.

Invertir en tecnología desde el inicio del proceso productivo no es solo una ventaja competitiva, sino una manera de asegurar alimentos de calidad desde la raíz.